"Todo mi amor está en silencio"
Esta mañana me ha salido
un agujero en el pecho, después de arrancarte el corazón. Mis manos están manchadas con tu sangre, y
pesan, inmóviles y culpables. Desde
entonces, todo es una tormenta. El frío
me abrasa. Este silencio no me deja
dormir. Y nieva, ahora que había
comenzado el deshielo.
No voy a negar mi muerte.
Tú querías creer que los
fantasmas perecen cuando los enfrentas.
Yo intentaba tragarme todo mi (nuestro) pasado sin masticar. Pero lamento decepcionarte, amor, tus
monstruos llevan mi nombre. Es a mí a
quien tienes que matar.
Espero que entiendas la
huida.
Desencadenarte no ha sido
fácil. Al final, yo misma me hice
cadáver. Nunca había sido tan difícil
despojarme de unas manos que ni siquiera han alcanzado a tocarme, aunque lleven
siglos apretándome el corazón. Vete, amor,
vete. Huye antes de que mi dolor te
toque. Sabemos que este imposible
posiblemente sea eterno. Eso me asusta… ¡Vete!
Los kilómetros no son una
barrera fiable.
Ahora camino sin ganas por
esta inmensidad blanca y helada. Echarte
de menos es casi un castigo del que no me quiero deshacer. Ocupas demasiado espacio en este pecho, desde
el que no alcanzo a ver el sol. Eras mi
sur en este norte, mis buenos días de mañana, el calor de mis noches. La primera.
La última. Eras tú.
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