[De donde nadie vuelve…]
He tirado por la ventana
nuestra casa, he vaciado los cajones, y he cambiado de lugar. Ahora soy una serpiente, ¡tiembla! Me deslicé por los rincones escondidos de tu
basura hasta arrancarte las verdades a bocados. Una vez más.
La última. Entre los dedos agarré
tus miserias, que me salpicaron a la cara manchándome el corazón hasta pudrirlo. Y ahora dirás que soy un monstruo, dirás que
cometí el mayor de los delitos.
¡Hipócrita! Yo sólo deshice los
nudos que tú no me dejaste desatar.
Mátame por ello. Ódiame por
ello. Condéname. Olvídame como tú sabes.
Hueco.
En el pecho me ha crecido
un abismo, justo en el centro. Un
agujero. Una garganta rocosa. Se puede ver a través. Un vacío se ha apoderado del sitio donde
antes latía un corazón, ahora sólo hay una máquina que me bombea la sangre. Sin risas.
Sin lágrimas. Nada. Algunas veces aparece un grito. Otras, una náusea. Pero casi siempre calma, esa calma pesada,
yerma, inaguantable. Calma.
Cerrado por derribo.
Ya me bebí todas mis
penas, y compré por gramos la alegría. He
traficado con mi cuerpo. Me dormí en
otros colchones. He ladrado a las paredes. He manchado con mi sangre la impotencia. He vomitado toda mi fe. No preguntes, no hay respuestas, nadie va a
desvelarte el misterio, nunca dijo la verdad.
¡Idiota! Cada uno es dueño de dar
con su cabeza en la pared que quiera.
Mi cráneo, mis reglas.
Supongo que estarás
orgullosa, tus mayores logros son los destrozos. ¡Enhorabuena!
Lo has vuelto a conseguir. Una
vez más. La última.
La última pero no el último temblor...
ResponderEliminarMe gusta como escribes, si me lo permites, me pasaré más veces, leyendo también se puede temblar o quizás tirarse de nuevo, un poco más de cabeza...hasta el final...
Fd: Vuelve
El temblor puede aparecer de muchas formas, puede significar de todo, pero nunca nada... Y jamás será la última vez.
EliminarVuelve siempre que quieras, serás bienvenida.