jueves, 9 de enero de 2014

Me arrastro por las sábanas de mi cama,
nuestra cama,
en la noche más fría del año.
No puedo dormir sin soñarte,
ni despertar cuando te has ido.
Tienes la mala costumbre de estar siempre presente,
aún cuando los kilómetros
me enfrían la almohada.
Tiemblo,
te juro que tiemblo
de sólo pensar en tus manos,
de imaginarme tu risa tirada a mi lado.
Y me apago,
si no te escucho cerca
aunque sea de lejos.
Me apago...
Y enciendo las luces a voces,
peleo,
acojonada por pensarme una vida
que no puede ser vida
si no duermes conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario