Y correr
por las líneas de tu mano…
Lo noto rugir en el centro. Asciende por mi espalda, llega a mi boca y
allí se encuentra con la tuya, y explota hasta empaparnos. Me cubres con tus ruidos, arañas mis costuras… Me has mojado.
Irónico.
Donde se acaba tu almohada
empieza el delirio. Me zambullo, resbalo,
me enrosco y buceo. Cierro los ojos… No hay límites ni paredes que logren
domesticarnos.
Ven, nada conmigo.
De tu lengua se descuelgan
mis excesos, esparcidos por tu cama. Te
acorralo con los dientes… Me has mojado.
Y ahora corres
por las líneas de mi mano…
No hay comentarios:
Publicar un comentario