Ya lancé los dados,
festivales aparte. Pero creo que el
resto de cartas mejor me las guardo para mí. Se trata de ser realista, y consecuente, nada
más. No estaría bien terminar llamando a
una ambulancia.
Una toma de contacto, la
llave que al fin abrió la puerta, sólo eso.
Ahora te toca apuñalar las
ganas, y todas esas ideas que te pasan por la cabeza. Vamos, escúpelas, para que no te puedan
tocar.
Atrévete a desmezclarte.
¿De qué te
sorprendes? Ya lo sabes, sólo eres un
experimento.
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