miércoles, 12 de septiembre de 2012

Reflexiones

Conversaciones ajenas, conspiraciones sobre lo que es, lo que ha sido, puede que incluso lo que pudo ser...  Conversaciones que quizás ahora tienen todo el sentido que una vez hace no tanto tiempo no fui capaz de ver, y ahora veo, con los ojos completamente abiertos (o eso creo).   Palabras, simples palabras, puede que no tan simples a veces, que en un segundo pueden cambiar mil puntos de vista.  Y ahora lo entiendo, ahora me entiendo, y te puedo entender.  Tanto miedo, tantos gritos, tanto sufrimiento absurdo y creado por esta tonta adicción al drama.  ¿Por qué buscar una espina entre los algodones?  Para, disfruta, es tuyo, tu momento, tu alegría, no lo quieras destrozar...  Pero lo he destrozado, y soy la primera víctima...  O puede que no, que la víctima sea la misma que hace unos días dormía en mi cama, inerte ya de tanto duelo.  Y me quejo, y me enfado, y me frustro, y te culpo, y me vuelvo cemento, y te vuelvo de mármol, sin darme cuenta...

La rabia que me envuelve no es más que mi propia destrucción, mi decadencia, mi falta de empatía para con quien más me sentía, quien más se afectaba de mis propias afecciones...  Y no me daba cuenta.  

Historia que yo sola he convertido en recuerdo, y no dejo de sangrar... 

Estúpida.

Y quiero correr, me dicen tus ojos, quiero alejarme de todo este daño, de todas tus dudas, de tus gritos y tu absurda insensatez...  Y, ¿cómo culparte?

Tus vías de escape, incomprensibles a mi cerebro, y aún disparando directamente a mis sienes, empiezan a tomar una forma en mi mente que jamás pensé que lograría entender, y ahora entiendo, y no te imaginas lo mucho que pesa, más que yo (y no es difícil), más que tú...  No, no hay nada más importante que tú.  Quiérete, ámate, cuídate mucho...  Yo no supe hacerlo.

Quizá hasta te ríes, quizá incluso me sigo equivocando y tú te ríes, quizá mis reflexiones son aún más absurdas que yo y te ríes, quizá sea todo un puto error y yo una imbécil, quizá...  Cuánta duda, cuánta frustración y cuánto daño gratuito.  Menuda tontería...

Inseguridad, idiota inseguridad, cuánto mal me (nos) has causado.

Dicen que lo que me pasa es que no puedo abrir los ojos, o no quiero...  Yo creo que los he abierto de malas maneras, y tarde, quizás...  Y quizás sea lo mejor.


Qué mal me he portado, y cuánto pesan los errores... Y ahora, sin remedio.  Lo siento muchísimo...

Te echo de menos...  Pero por tu (nuestro, quizá) bien, no vuelvas.

Adiós, compañera...  Hasta siempre (la ESPERANZA también se pierde).


--->MiÉrCoLeS


Hay quien piensa que he perdido la cabeza; yo, sin embargo, creo que he recuperado la cordura.

1 comentario:

  1. Me ha llegado esto que has escrito,... Es increible como puedes en unos parrafos mostrar tantos sentimientos unidos, es precioso... Cuidate y animate tia, piensa que las cosas pasan porque tienen que pasar ;) un beso


    Una amiga ^^

    ResponderEliminar