martes, 10 de junio de 2014

"Traumbild"

Las tardes de tormenta me recuerdan a mí contigo, con la desesperanza puesta y las bragas bajadas.  Y toco el cielo mientras llovemos, y tú relampagueas con esa fuerza que a veces aún echo de menos.  Apago la luz, no quiero mirarte a la cara, no quiero verme desde tus pupilas, ya no.  Prefiero cerrar los ojos y dejarme olear en tus caderas, sin pensarme siquiera, sin pensarte nunca más.

Reconstruirnos con los cimientos podridos nunca fue una buena idea.

Lo has notado, ¿verdad?  Se me ha puesto el pelo de punta, y sólo has sido un rato de sueño macabro.  Mejor sal de mis sábanas, y de mi cabeza.  Lárgate ya de aquí, que necesito el hueco para otra.  A ti ya no te miro, ya nunca he vuelto a mirar de la misma manera desde que dejé de mirarte a ti.  Y con este corazón exprimido ya ni siquiera tengo miedo a las luces.  Ni a caer.  Ni a ganar.  Ni a morir.

“Todo irá bien”.

Pero hoy me he despertado sin sol, y es todo por tu culpa, que te has colado en mi cama sin que yo me atreviera a impedírtelo (siempre me pillas con la guardia baja).  Ya lo sabes, amor, aún tienes esa habilidad para visitarme desde lejos, aunque yo mantenga las puertas cerradas.  Y entonces me he levantado con ganas de vomitar.


No te preocupes, sigues siendo la única, ésa con la que ya no quiero cruzarme más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario