miércoles, 3 de octubre de 2012

Putas ganas...

Golpea como un puñetazo directo a la boca, como si me rompiera la nariz...  ¡Bang!  Un disparo justo en medio de la cabeza, fulminante.

Es un cabreo inmenso, descomunal, gigantesco.

Quisiera agarrarte por el cuello, y apretar, y apretar, y apretar...  Y no dejarte respirar.  Que mis manos sean tu horca, que me supliques por tu vida, romperte.

Te mataría, te juro que te mataría...

Porque yo no quiero perdón, ni absolución, ni tiempo, ni palabras, ni treguas.  Yo sólo quiero devolverte cada átomo de dolor (sí, ese dolor) mientras te arranco el corazón, despacio, muy despacio, lentamente, y bañarme con tu sangre.

Violencia, puta orgía de violencia que me atraviesa, vertical y transversal.

Vamos, ven, grítame, bájame los pantalones...  Y escúpeme en la pena.  Sé valiente, ¡dispara!  Dame el golpe de gracia (¿capaz o incapaz?).

Quisiera reventarte bajo mis pies, quisiera volarte la tapa de los sesos.

He perdido los papeles, y la calma.  A la mierda todo...  Que se joda el corazón (y la ESPERANZA).

Te (me) odio.

1 comentario:

  1. Porque yo no quiero perdón, ni absolución, ni tiempo, ni palabras, ni treguas. Yo sólo quiero devolverte cada átomo de dolor (sí, ese dolor) mientras te arranco el corazón, despacio, muy despacio, lentamente, y bañarme con tu sangre.

    Es tan perfecto para mi (en esta etapa mía) este párrafo... que podría haberlo escrito yo..., diciendo exáctamente las mismas palabras, vomitando exáctamente la misma rabia, la misma tristeza, el mismo dolor, el mismo insomnio... la misma mierda... es muy triste... y a la vez increible.

    Pero por suerte, siempre amanece ^^

    ResponderEliminar